Un informe muestra que cada vez se usa más la tarjeta para financiar compras en el supermercado

El crecimiento del pago para este tipo de operaciones fue significativo, según un trabajo de la Facultad de Ciencias Económicas. El mismo reporte marca que la causa no es el auge del dinero electrónico, sino la financiación de los pagos.

Países como Dinamarca ya no usan dinero contante y sonante. El uso del dinero electrónico, en cualquiera de sus variantes, es una tendencia mundial. También en la Argentina. Pero un estudio demuestra que en nuestro país, otra causa interviene más allá de la comodidad o seguridad de no llevar efectivo. La recuperación económica anunciada no llega por igual y, por consiguiente, un fenómeno comienza a multiplicarse: casi la mitad de los argentinos recurre a la tarjeta de crédito para comprar alimentos en los supermercados.

Según este informe, el incremento se dio en paralelo a una caída en el uso de otros medios de pago: las tarjetas de débito retrocedieron del 34% al 27%, mientras que el efectivo disminuyó del 20% al 16%.

Este cambio de hábitos sugiere que una proporción creciente de los hogares estaría apelando al endeudamiento para cubrir consumos básicos mensuales, como alimentos, productos de higiene y artículos de primera necesidad.

Esto es otra manera de medir la pérdida del poder adquisitivo de los ingresos. El problema no es pagar con tarjeta de crédito, que difiere el pago del gasto hacia el fin del mes, sino si se utiliza para pagar una parte y financiar el resto de la compra. Primero, porque indica que esa compra, de otra manera, no podría hacerse sobre la base de los ingresos de la persona o del hogar

El informe dice entre otras cosas:

  • Aumento del crédito destinado al consumo de productos de supermercado.
  • Desde el inicio de la gestión de Milei, el uso de tarjetas de crédito para realizar compras en supermercados se incrementó en 8 puntos porcentuales: pasó de representar el 39% de las ventas totales al 47%.
  • Muchas familias están recurriendo al endeudamiento para adquirir bienes de consumo básico del mes: alimentos, productos de limpieza y otros artículos esenciales.

Según el trabajo de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, los datos analizados reflejan una situación aún delicada en términos de consumo masivo. A pesar de ciertos signos de recuperación, la demanda aún no logra recomponerse plenamente y permanece por debajo de los niveles previos al inicio de la actual gestión.

Endeudamiento para el consumo diario

Es una de las principales conclusiones de este trabajo. La persistente contracción de las ventas mayoristas, sumada al creciente uso de financiamiento para la compra de bienes básicos, tiene una explicación: el consumo está siendo sostenido parcialmente por mecanismos de endeudamiento.