La erupción volcánica que pudo haber desatado la mortal plaga de la peste negra en Europa

Una erupción volcánica alrededor del año 1345 pudo haber desencadenado una reacción en cadena que provocó la pandemia más mortífera de Europa, la peste negra, según científicos.

Los indicios conservados en los anillos de los árboles sugieren que la erupción provocó un cambio climático drástico y dio lugar a una serie de acontecimientos que llevaron la enfermedad a la Europa medieval.

Según esta hipótesis, las cenizas y los gases de la erupción volcánica causaron descensos extremos de temperatura y provocaron malas cosechas.

Para evitar la hambruna, las populosas ciudades-estado italianas se vieron obligadas a importar granos de las zonas que rodean el mar Negro, lo que trajo consigo pulgas portadoras de la peste que también transmitieron la enfermedad a Europa.

Mapa titulado "Cómo se propagó la peste negra por Europa", que muestra la transmisión de la enfermedad a través de la red comercial de cereales. El mapa abarca Europa, el Mediterráneo y el mar Negro. Se marcan los principales puertos: puntos rojos para los puertos de exportación (por ejemplo, Tana, Alejandría), puntos azules para los puertos de importación (por ejemplo, Oslo, Mesina) y puntos anaranjados para los centros comerciales (por ejemplo, Venecia, Génova, Pisa, Creta). Las flechas negras discontinuas indican la dirección de la propagación de la peste: comenzando en Tana, en el mar Negro, dirigiéndose hacia el suroeste hasta Constantinopla y Creta, luego hacia el oeste hasta Mesina en Sicilia, hacia el norte hasta Pisa y Génova, y más al norte hasta Venecia. Desde Italia, las rutas se extienden hacia el noroeste hasta Francia y luego hacia el norte hasta Oslo. Otra ruta va desde Alejandría en Egipto hasta Creta y luego se integra en la red comercial del Mediterráneo. Un pequeño mapa insertado destaca la región dentro de Europa. Fuente: Universidad de Cambridge.

Esta “tormenta perfecta” de impacto climático, hambruna y comercio nos recuerda cómo pueden surgir y propagarse las enfermedades en un mundo globalizado y con temperaturas más elevadas, de acuerdo con expertos.

“Aunque la coincidencia de factores que contribuyeron a la peste negra parece poco común, la probabilidad de que surjan enfermedades zoonóticas debido al cambio climático y se conviertan en pandemias probablemente aumentará en un mundo globalizado”, afirmó Ulf Büntgen, de la Universidad de Cambridge en Inglaterra.

“Esto es especialmente relevante dadas nuestras recientes experiencias con el covid-19”, añadió.

Un árbol raquítico con ramas desnudas y cortas se alza entre las rocas en un valle rocoso y árido bajo un cielo azul brillante.
Pie de foto,Los anillos de los árboles de los Pirineos españoles indican veranos inusualmente fríos en 1345, 1346 y 1347.

La peste negra asoló Europa entre 1348 y 1349, y mató a la mitad de la población.