Mientras el plazo fijo sigue rindiendo entre 30 y 35% anual, incluso con algunas subas leves en la última semana, un instrumento de bajo riesgo en la Bolsa trepó hasta tasas del 70%. Qué son las cauciones y cómo pueden aprovecharlas los pequeños ahorristas.
En un mercado financiero cada vez más cambiante, hay una alternativa de inversión que ganó protagonismo en la última semana y que muchos ahorristas aún desconocen: las cauciones bursátiles. Es un mecanismo que, en los últimos días, llegó a rendir más del doble que un plazo fijo tradicional.
La clave de este salto está en la reorganización del sistema financiero que el Gobierno activó el 10 de julio, al dar de baja las LEFI -las Letras Fiscales de Liquidez- que hasta entonces marcaban la tasa de referencia para todo el mercado. Desde entonces, la tasa de interés dejó de estar “administrada” por el BCRA y comenzó a regirse más por la oferta y la demanda de dinero.
Como resultado, los inversores institucionales, al no poder renovar sus colocaciones en LEFI, se volcaron a otros instrumentos como las Lecaps, mientras que las cauciones bursátiles se dispararon: el martes pasado alcanzaron un pico de más del 70% anual, aunque luego se estabilizaron cerca del 40%.
¿Qué son las cauciones bursátiles?
Las cauciones son préstamos de muy corto plazo entre inversores, que se pactan a través de la Bolsa. En lugar de prestarle plata a un banco, como en un plazo fijo, el dinero se presta a otro inversor que lo necesita por pocos días, dejando bonos o acciones en garantía.
Este tipo de operaciones son totalmente legales, reguladas por la Comisión Nacional de Valores (CNV) y aseguradas por el sistema de garantías de la Bolsa (BYMA), lo que las vuelve de bajo riesgo.
Ejemplo simple: Si un ahorrista coloca $100.000 en caución a 7 días con una tasa del 60% anual, al final de la semana te devuelven alrededor de $101.150. Lo bueno es que podés elegir plazos de 1 a 120 días y manejar tu dinero con flexibilidad, como con una billetera virtual, pero con rendimientos mayores.
Si ese mismo capital se deja invertido en una caución bursátil por 30 días al mismo rendimiento del 60% anual, el interés ganado sería de $4.931, devolviendo un total de $104.931 al final del mes.
En cambio, si esos $100.000 se colocan en un plazo fijo bancario a 30 días con una tasa nominal anual del 30% -que es la ofrecida por la mayoría de los bancos-, el interés apenas alcanza los $2.465, con un total final de $102.465.
La comparación muestra que, a igual plazo, la caución puede rendir el doble que un plazo fijo, con el mismo nivel de riesgo y mayor flexibilidad operativa. Hay que tener en cuenta que el interés ofrecido por las cauciones cambia en forma diaria, ya que refleja el costo real del dinero en forma instantánea, en función de la oferta y la demanda.
¿Quién puede invertir en cauciones?
Cualquiera que tenga una cuenta comitente en una app financiera, como InvertirOnline, Balanz, Cocos Capital, IEB o Portfolio Personal. Quienes en algún momento han operado con dólar MEP, probablemente ya tienen esa cuenta habilitada.
La operación se realiza 100% online. No hay que ser experto ni tener grandes sumas de dinero. Algunas apps permiten comenzar con montos bajos, desde los $1.000 o $10.000, según el caso, lo que permite ir conociendo este instrumento.
Ventajas de las cauciones colocadoras
-Flexibilidad de plazos: desde 1 día.
-Rendimiento mayor al de plazos fijos o billeteras virtuales.
-Bajo riesgo, por estar garantizadas.
-Disponibilidad inmediata: cuando vence la caución, el dinero vuelve a la cuenta con intereses.
¿Por qué no rinden tanto los plazos fijos?
Aunque el mercado mayorista ya se mueve con tasas más altas, los bancos todavía no trasladan esos rendimientos a los depósitos tradicionales. Los plazos fijos siguen en torno al 30-35% anual, mientras que las billeteras virtuales pagan apenas 26% anual en promedio, y encima enfrentan nuevas regulaciones del BCRA que restringen su operatoria.
Por eso, el mundo de las cauciones vuelve a tomar protagonismo como un recurso eficiente para quienes quieren que su plata trabaje incluso por un par de días. Una alternativa que hasta ahora parecía reservada a grandes inversores, pero que hoy está al alcance de cualquier usuario digital que se anime a dar el primer paso en el mundo bursátil.
