Ya están los 133 cardenales en El Vaticano. Tendrán la responsabilidad de elegir al nuevo Papa. El último en llegar fue un filipino, pero no Tagle, uno de los “papables”. Hay una expectativa de que el viernes o antes, haya “fumata” blanca.
Cómo siempre, cada cónclave pone a prueba la sutileza de la “diplomacia vaticana”. Desde la muerte del papa argentino, la prensa mundial ha hecho especulaciones de todo tipo sobre este momento: ¿será ungido un continuador de las líneas de Francisco?, ¿es el turno de un moderado, que busque avanzar pero con paso más lento?, ¿o como algún cardenal lo dijo públicamente, “el próximo Papa debe ordenar el desorden que dejó Francisco”?. Esto sería, un giro conservador en la Curia.
El papa argentino “creó” (es la palabra correcta) a la enorme mayoría de los cardenales que estarán en el cónclave. Una lógica elemental permite creer que el nuevo Jefe de la Iglesia Católica será un continuador de su tarea. Con mayor o menor velocidad, pero sin ir marcha atrás.
Sin embargo, muchos “vaticanistas” insisten en que la opción conservadora es viable. Por muchos de los cardenales italianos, otros de Europa y algunos de Asia y África, que representan la “nueva Iglesia”, pero con valores tradicionales.
La primera votación será este miércoles alrededor de las 6 de la tarde, hora argentina. Será el momento en que el mundo – en la plaza San Pedro o por televisión – buscará la respuesta en la chimenea de la Capilla Sixtina. El humo negro, hará esperar un día más. Si fuera blanco – no se espera eso en una primera votación – el sucesor de Francisco ya estaría decidido.